Hermana Ivy's Testimony (in Spanish)

Testimony (in Spanish) included in Ivy’s email:

Éste es mi testimonio de su valor y potencial como un hijo de Dios y de nuestro Salvador y de lo que Él quiere para nosotros.  Lo gané por medio el estudio de las escrituras y el testigo del Espíritu Santo. 

Yo sé que usted es un hijo de Dios, y Él le conoce y Él lo ama.  Usted y yo vivimos con Él como sus hijos espirituales antes de que viniéramos a la tierra.  Porque nuestro Padre Celestial nos ama y quiere que lleguemos a ser como Él es, dioses con familias eternas, Él preparó un plan para nosotros.  Vendríamos a la tierra para obtener cuerpos, y ejerceríamos nuestro albedrío, el derecho y poder para escoger entre el bien y el mal, y progresar para llegar a ser como es Él.  Satanás estuvo contra este plan, y él y sus seguidores fueron expulsados de la presencia de Dios.  Pero yo testifico que usted fue valiente, creyó en Jesucristo, y luchó por Él y nuestros hermanos.  Todavía tiene la responsabilidad para escoger confiar a Jesucristo, seguirle a Él, y ayudar a nuestros hermanos para superar las tentaciones del Adversario y regresar a nuestro Padre Celestial.  Tenemos esta responsabilidad porque vivimos en un mundo caído y mortal, y todos somos hermanos y hermanas luchando contra estas dos muertes y estados. 

         Pero solos, no podemos superarlas.  Entonces, nuestro Padre Celestial llamó a Su Hijo Perfecto, Jesús el Cristo, para ser nuestro Salvador.

         Para protegernos de las tentaciones del Adversario y preparar un camino a nuestro Padre, Jesucristo organizó su única verdadera iglesia para que fuera su reino sobre la tierra.  Cristo llamó a profetas para dirigir su iglesia, y  Él les dio su propia autoridad, se llama sacerdocio, para efectuar convenios y ordenanzas salvadores, promesas sagradas con Dios, entre los hijos de los hombres para que podamos aplicar la Expiación de Cristo en nuestras vidas.  La gente rechazó a los profetas y la iglesia de Cristo no estaba sobre la tierra.

         Jesucristo mismo vino a la tierra y organizó su iglesia en su forma perfecta, pero su iglesia y su autoridad se perdieron cuando todos los apóstoles fueron matados. 

         Finalmente, Cristo nuestro Salvador cumplió la Expiación.  Él venció la muerte física por todos los hijos de los hombres cuando Él resucitó de la tumba.  Él preparó un camino para que usted y yo podamos ser libres de la muerte espiritual cuando Él sufrió y pagó por nuestros pecados.  Él lo hizo para salvarnos de muertes certeras, y solo podemos aplicar su sacrificio en nuestras vidas mediante convenios sagrados que se hacen con su autoridad y por su poder en su única iglesia verdadera. 

         Sé que esto es verdadero.  Testifico que nuestro Salvador venció al mundo y es victorioso en cada fase de su misión, y Él vendrá y reinará como Rey de reyes y Señor de señores.  Porque de Él podemos ser santificados como Él en esta vida.  Es nuestra responsabilidad, derecho, y poder el escogerlo a Él como nuestro Señor, aceptarle como nuestro Salvador, y aplicar su sacrificio expiatorio en nuestras vidas por medio de los convenios por su autoridad en su iglesia y reino, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. 

         Testifico que Jesucristo tiene su reino sobre la tierra otra vez con Él como cabeza.  Cristo llamó a José Smith para ser el profeta de su iglesia como en los tiempos antiguos, y por medio de él, organizó su iglesia con su poder y autoridad para efectuar ordenanzas salvadoras.  El linaje de profetas llamado por Dios ha continuado hasta hoy en día, con el Presidente Thomas S. Monson. La evidencia de que esto es verdadero es el Libro de Mormón.  Usted puede leerlo, meditar, y por medio de la oración pedir a nuestro Padre Celestial en el nombre de Cristo si el Libro de Mormón es verdadero.  Sé que si usted lo hace con fe, el Espíritu Santo le testificará a usted que así es. 

         Este mensaje es de suma importancia.  Declaro que nuestro Rey y Salvador vive, y asombro me da lo que Él hizo por usted y por mí.  Testifico que usted tiene el derecho y poder para saberlo por usted mismo, y para actuar  y hacer lo que necesita hacer.  Puede alcanzar la vida eterna con su familia y ser un dios.  En el nombre de Jesucristo, Amén.

                                                                                          --Hermana Ivy [-]